Mostrando entradas con la etiqueta facsimil. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta facsimil. Mostrar todas las entradas

martes, 26 de julio de 2011

Códice artesanal: Cuanto cariño puedes tener a un libro que has hecho con tus propias manos.


En casa se había oído siempre hablar de las artes gráficas, las linotipias, el cajista, la encuadernación, pero nunca me hubiera imaginado que seguiría de forma tan directa la concepción de un libro. Nos enseñaron a cuidar los libros, a mimarlos, lo que nunca habría pensado ni por lo más remoto es que participaría de la elaboración de un libro tan significativo como el Códice Calixtino. La historia comienza en el año 92 cuando en plena primavera nos contaban en casa acerca de un libro muy famoso en ámbitos intelectuales del que jamás había escuchado una palabra. Se trataba de un libro antiquísimo que databa del S. XII. Un día nos hablaban de lo laborioso de las fotografías, puesto que era una copia exacta y tenía que parecer viejo y antiguo, otro del papel pergamínico que habían tenido que ir a seleccionar a Italia. Este papel había sido elaborado con las mismas características del que utilizaban en aquella época.
La sorpresa fue cuando esos pliegos llegaron a casa y nos pidieron que recortáramos página a página cada una de las hojas para que simulara los daños sufridos a lo largo del tiempo. El trabajo era arduo y laborioso y toda la familia se afanaba en recortar con sumo cuidado. Mi madre que había dedicado toda su vida laboral a la encuadernación, se encargó de coser uno a uno los 995 ejemplares de los que disponía la edición. Fueron meses de dedicación exclusiva poniendo todo el cariño y toda la experiencia que durante los muchos años de profesionalidad la habían dotado de ese arte del que sólo los auténticos artesanos saben lucir en ocasiones tan especiales. El libro llegó a ser uno más de la familia. Vivimos el proceso como ese padre que ve crecer a su hijo, hasta que finalmente se cerró el proceso y nació el ejemplar del que no sólo estamos orgullosos si no del que además nos sentimos parte. Por eso, con la venta de cada ejemplar compartimos con cada dueño parte de nuestra vida y de nuestro pasado, cerrando así un círculo maravilloso que sólo el Codex Calixtinus es capaz de crear. Estos días con la desaparición del libro no sólo ha desaparecido una de las obras más importantes de nuestro patrimonio cultural, para nosotros también ha desaparecido una parte importante de nuestros recuerdos.

jueves, 21 de julio de 2011

Como se gestó el facsímil del Codex Calixtinus




Kaydeda ediciones era una editorial muy pequeña, aunque contaba con un amplio catálogo editorial. Estaba compuesta por dos personas, José María Calzada Dalmases aunque su nombre artístico era José María Kaydeda y su inseparable secretaria Carmen.
Os dejamos este link para que profundicéis más en su vida y obra: http://ojo-critico.blogspot.com/2007/09/homenaje-jose-m-kaydeda.html
José María era catalán de nacimiento aunque se sentía completamente gallego. Este amor a esa tierra fue el que hizo que viviera muchos años en Galicia y se integrase completamente en la sociedad intelectual al más alto nivel. Sus contactos con las más insignes personalidades del mundo de las letras, la cultura, la política y la religión, hicieron posible esa fantástica alineación de factores que acabaría con la elaboración de una copia facsímil de la primera guía de viajes, que además y multiplicando su valor exponencialmente, era la guía del camino de Santiago.
Su relación con el Cabildo de la Catedral de Santiago y con el profesor Millán Bravo Lozano (http://es.wikipedia.org/wiki/Mill%C3%A1n_Bravo_Lozano) propició el acuerdo para la reproducción del valiosísimo IACOBUS CODEX CALIXTINUS.
José María llevaba años asentado en Madrid cuando se inició el proceso de elaboración del facsímil, y su base operativa la tenía en las oficinas de una de las mejores empresas de artes gráficas de la capital. Con FOTOJAE realizó la mayor parte de su catálogo editorial, y fue su confianza ciega en esta empresa y sobretodo en su "alma máter" técnico Ángel Luís González lo que facilitó que tal magno proyecto fuera ejecutado en su totalidad por esta empresa.
Se escogió a uno de los mejores fotógrafos, el papel pergamínico se trajo desde Italia, se eligieron las mejores pieles de Ubrique para encuadernar el ejemplar, se troqueló y cortó una a una cada hoja y se cosió a mano con la mejor de las artes para que el resultado estuviera a la altura del original.
José María ajustaba cada pieza, mientras que el profesor Millán mimaba los detalles científicos, Angel Luis dotaba de su grandísima experiencia a cada eslabón de la cadena técnica, fruto de su experiencia durante décadas en las artes gráficas.
Y como resultado de todo ello, en 1993 fue presentado al público, con El Cardenal Rouco-Varela como maestro de ceremonias y muy cerquita del sitio donde triste y desafortunadamente ha desaparecido el ejemplar original en la Catedral de Santiago de Compostela.

martes, 19 de julio de 2011

Los más mínimos detalles han sido cuidados al extremo.



En la imagen se puede observar como el libro ha sido fielmente reproducido, copiando hasta el más mínimo detalle. Hasta los agujeros de las páginas surgidos a lo largo de los siglos han sido meticulosamente copiados y troquelados a mano para conseguir la máxima perfección como resultado.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...